miércoles, 23 de febrero de 2011

Una Iglesia católica abierta a la vida extraterrestre

El director del Observatorio Vaticano aseguró que esta posibilidad es, más bien, un desafío positivo para la teología y la filosofía, como lo sería también para la ciencia si se descubriera vida en otros planetas La Iglesia Católica está abierta a la existencia de vida extraterrestre, incluso de naturaleza inteligente, y no considera esta posibilidad como un problema para la fe, afirmó el sacerdote-astrónomo José Gabriel Funes. En entrevista, el director del Observatorio Vaticano aseguró que esta posibilidad es, más bien, un desafío positivo para la teología y la filosofía, como lo sería también para la ciencia si se descubriera vida en otros planetas. "Las millones del estrellas del universo ahora mismo no ofrecen un problema para la doctrina de la creación. La tradición católica tiene elementos para poder responder satisfactoriamente a este desafío", apuntó. Con motivo del Año Internacional de la Astronomía que se celebra este 2009 la Pontificia Academia de las Ciencias de la Sede Apostólica organizó una semana de estudios sobre el tema de la "astrobiología". Según Funes se trata de una disciplina que reúne a astrónomos y biólogos, se ha desarrollado en los últimos 10 años y tiene como objetivo estudiar la existencia de vida en el espacio.
Monseñor Corrado Balducci, miembro de la Curia Vaticana, declara abiertamente, que debido a la expectación mundial del fenómeno OVNI, decidió investigar todo lo relacionado a este fenómeno, y llegó a las siguientes conclusiones:
Confirma la existencia de vida extraterrestre, al tener tantos registros en la historia de encuentros con objetos voladores desconocidos, en épocas que no se conocía siquiera la forma de poder usar el aire como medio de transporte y al ver un comportamiento inteligente en artefactos no creados por nuestra civilización, la única respuesta coherente es que alguien más los ha creado estos artefactos y los controla si bien a distancia o dentro de los mismos.
Balducci declara que NO le interesa la confirmación de la comunidad científica, ya que el fenómeno Ovni al ser de origen distinto a nuestro entorno ordinario, no ha podido ser controlado por nosotros y como consecuencia aún no hay bases para continuar con métodos científicos en las investigaciones.
Balducci confirma que definitivamente hay seres superiores a nosotros en cuestión de espiritualidad y de tecnología: el hecho de que haya seres procedentes de otros lugares del Universo visitando continuamente nuestro Planeta deja claro que dichos seres han superado momentos difíciles en su historia que esto les ha dado la oportunidad de cambiar y comprender aún mas la mecánica del Universo. La critica más severa no puede negar ni desacreditar del todo la presencia de los Ovnis, ya que actualmente al haber tanta divulgación a nivel mundial de hechos tan relacionados entre si, algo debe de haber de cierto.
El error según Corrado Balducci, es negar mas la existencia de los platos voladores ante las evidencias de Ovnis actuales, no podemos cerrarnos a todo lo que se nos muestra con tal claridad, ya que perderíamos el valor del testimonio humano. Confirma que el pensar que estamos solos en el Universo es una actitud de ignorancia por parte nuestra. En el Universo hay millones de Galaxias, es imposible que ante tal número no se haya dado en algún otro lugar del Universo las condiciones adecuadas para que se genere vida.
No esperemos que la ciencia lo diga o confirme. Tenemos que empezar a entender que el Universo es demasiado grande para pensar que estamos solos, la tecnología actual solo nos deja ver lo que hay a grandes rasgos al rededor nuestro y no podemos ver detalles de lo que ocurre internamente en cada lugar del Cosmos, según su teoría Balducci confirma que como también existen seres superiores en la misma proporción hay seres inferiores a nosotros.
Balducci hace un llamado a todos los sacerdotes del mundo. Monseñor Corrado Balducci pide a los sacerdotes del mundo que se verifique la postura actual de la Iglesia a la posibilidad de vida extraterrestre, no necesariamente por el hecho que la Biblia no habla de vida extraterrestre quiere decir que estamos solos en el Universo, la Biblia no habla que exista vida extraterrestre pero tampoco que no exista, simplemente fue escrita para motivos mas estrictos de reflexión para entender valores y principios.


Estos dos textos, de José Gabriel Funes y Corrado Balducci, que son autoridades en la Iglesia, nos invitan a una reflexión sobre un cristianismo que tiene la certeza de que Dios ha suscitado estrellas y galaxias y tal vez universos y dimensiones de existencia de sus criaturas mas allá de lo que podemos concebir, y en lugar de creer que sólo en la Tierra ha hecho una historia de salvación y ésta con Israel, lo cual rayaba con lo paradógico, pero que pensabamos que algun día podríamos evangelizar a los pueblos y en Israel Dios habia amado a todos los hombres, suscitando un hombre en el que la salvación de Dios se hacía posible. Pero hoy, más bien queda fuera de sentido que un dia extendamos el Evangelio de la Gracia a todos los confines de la Creación, cuando casi nos cuesta llegar a los confines de esta mota de polvo.

Estamos en una época en que la hemos vuelta a afirmar, despues de cierto lampsus de aperturismo postvaticanoII, que derivó a cierta amplitud de miras que atentaba contra la ortodoxia, hoy, vueltos de nueva cierta rigidez teológica, del Catecismo y de la tradición, nuevamente se nos invita a hacer una amplitud de miras, una ruptura tal vez multiplicada por mucho más de lo que quisieran los que quieren mantener intacto ese depósito de la fe en el que basan su seguridad. Porque si en Galileo la Iglesia no quiso plantearse como afrontar el heliocentrismo, incoherente con la creación, encarnación y parusía geocentrica ¿como asumir una visión actual sin modificar nuestra fe?
Pues ampliando el hecho concreto a todos los ambitos en los que hay humanos y donde Dios se expresa para invitar al hombre al amor. Pues en Jesús Dios ha dado una Palabra. Un hombre que muere en una cruz amando hasta el extremo. Amando a Dios y al hermano. Y esa expresión de Dios revela lo que es Dios y a lo que nos llama a ser, el proceso de santificación, de hacernos igual al hombre, al hijo del hombre que vive plenamente ser hijo de Dios. Es la manifestación lo que es único. Es el movimiento de amor del que desciende, quizás un poco como el avatar hindú, pero sin tintes culturales o religiosos. Un cristiano es el que cree que Dios se expresa, trasmite su vida para invitar a ser perfecto como El es perfecto, santo. ndo Giordano Bruno, que visiona mas de un planeta como en nuestro, soluciona la encarnación unica diciendo que Dios vivie en el eterno presente y nosotros en tiempos con pasado y futuro, Dios hace un solo moviento de envio de su Hijo, pero a cada planeta se manifiestan jesuses, dice él, que llevan a cabo la misma obra de redención que es para Dios unica. Hoy la vision de Bruno la podemos multiplicar por trillones o trillones de trillones. Se nos escapa en Universos y dimensiones. No vamos a limitar la creación a esta tierra y por la misma razón a este Bigbang. Y la grandeza de Dios, el cielo, antes habitado por nuestros santos con marca registrada, nuestro Virgen Maria, con Jesús a la cabeza, tal vez tiene muchos mas santos extraterrestres, vírgenes, etc. Todo se descabala. Y gracias a Dios nos acercamos un paso más a contemplar un Dios bueno, grande, inconcebible y paradógicamente cercano, que su grandeza no le impide saber lo que hay en mi corazón. Y ese Padre de Jesús se expresa para darme lo mejor que tiene. Tal vez así podríamos intensificar la espiritualidad a la vez que la mentalidad, porque a veces al ampliar la mente queda dañada nuestra intensidad de la experiencia cristiana, de la acción del Espiritu que te hace santo para gloria de Dios .

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